viernes


Tal vez haya pasado mucho tiempo desde la última vez que te dediqué palabras dulces y vivas. Perdona, tal vez haya estado un poco perdida entre palabras descompuestas y confusas. Pero no desesperes, he vuelto. ¿Dónde estás tú ahora? Me pregunto… ¿aún andas con los ojos cerrados? ¿Aún paseas entre calles inciertas? ¿Sigues viendo ese programa de televisión? Me pregunto… ¿cómo anda tu corazón? ¿Sigue estando de acuerdo con tu razón? Eso me preocupa. Tal vez deberías dejar que un día corazón tome las riendas. ¿Lo has probado? No, posiblemente no. Otra recomendación que te hago es que dejes de ver ese programa de televisión. Tengo mis serias dudas respecto esos consejos que da… Aún así, quiero que lo intentes. Quiero que un día corazón tome las riendas, y dejes descansar a tu razón. Sobre todo si está domesticada por ese programa de televisión. ¿No te da miedo el presentador? A mí sí. A ti posiblemente no… tal vez por que aun no puedes ver todas las mentiras y los engaños. Pero te falta poco para que puedas verlo. Confía en mí. Mientras tanto, te propongo que mantengas tus ojos cerrados cuando veas ese programa. Te propongo que salgas a la calle sin pensar. Te propongo que salgas corriendo a donde tus piernas lo pidan. Y cuando hayas llegado al lugar al que te han guiado, abras tus ojos, alces la vista al cielo, pases el control al corazón… Y me cuentes que te han susurrado tus sentidos. Que me expliques que hay más allá de ese humo que te nubla la vista, que me describas que te transmitieron tus manos, que secretos te confesó el viento, que te iluminó el sol. Quiero que me expliques si volviste a sentir la magia del mundo. Si pudiste volver a perderte más allá de las estrellas. Quiero que me cuentes si volviste a sentir vida en ti. Quiero que me digas que has vuelto. Y que a ti también te da miedo el presentador de ese programa.









Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...