-Pienso que después de tanto tiempo las palabras deberían
salir disparadas y sin apenas esfuerzo... Pero no. Blanco. Así es como estoy.
Blanco... puede que ese no sea el color más acertado para mí. De todos modos,
las palabras no salen. Huyen, se esconden, se escabullen. Salen corriendo,
buscando un lugar más interesante y en el que se sientan mejor recibidas que en
mi mente. Y es que últimamente mi cabeza se rehúsa a pensar más de lo
necesario. Últimamente, mi cabeza no quiere funcionar, tal vez porque no me
apetece dar nombre a todo lo que ronda por mi mente. Tal vez porque estoy
intentando ser normal. Tal vez porque estoy intentando seguir la corriente. Y
eso me está dejando agotada. Pero el esfuerzo merece la pena...
-¿Lo merece?
-Ese es otro esfuerzo que tengo que hacer, creer que sí.
(Silencio)
-Pero… es contradictorio.
-¿Contradictorio… ?
-Siento que este esfuerzo es absurdo. Inútil. Siento que…
es tirar energía a la basura.
-¿Por qué?
(Silencio)
-¿Cuánto piensas que va a durar esto?
-¿Esto?
-Esto está mal. Esto no tiene futuro. No tiene sentido.
Avanzamos retrocediendo.
-Tienes razón, es contradictorio.
-Pienso que no va a durar mucho. A decir verdad ya ha
empezado, ya está cayendo.
-¿Entonces…?
(Silencio)
-Entonces… ¿por qué estoy haciendo el esfuerzo de
continuar con esta línea si sé
que no va a ningún lugar?
-Tal vez no estés segura de que eso vaya a pasar.
(Silencio)
-Si te digo la verdad… no estoy segura de nada.